¿Cómo mejorar el vínculo con mi perro?

¿Cómo mejorar el vínculo con mi perro?

El perro es un animal social, por lo tanto, su naturaleza le invita a vivir en grupos, en equipo y en familia. No le es natural vivir solo, alejado del grupo y desconectado de las lógicas familiares.

Así, cuando viene un perro a casa, debemos saber de antemano que es un animal que no podemos relegar a la terraza o al patio 24/7 y que debemos hacerle parte de la familia.

Un perro que vive con sus humanos y que es parte de las dinámicas familiares cotidianas muy probablemente tendrá mejor comportamiento que aquel perro que vive todo el día en el patio, alejado del contacto con sus humanos y al margen del grupo.

Sin embargo, incluir al perro es solo el primer paso. Lo que sigue es generar vínculo, una relación de confianza y apego equilibrado que nos permita trabajar obediencia, responsividad y auto control, sobre la base del adiestramiento en positivo, para contar con un peludo a toda prueba, obediente, responsivo y muy sociable.

Muchos de los problemas de conducta que manifiestan tutores y tutoras (“mi perro no me obedece”, “mi perro no viene cuando lo llamo”, “mi perro hace lo que quiere”) están originados por falta de vínculo, es decir, cuando el perro no nos ve como un referente y no genera ningún apego hacia nosotros, y más bien se concentra en cualquier otro tipo de estímulos, menos en sus humanos.

¡Tranquilos! Esto es muy común, y tenemos algunos consejos que te pueden ayudar a comenzar a construir un buen vínculo con tu perro, ¡toma nota!

  1. Transfórmate en un verdadero dispensador de todo aquello que tenga alto valor para tu perro (comida, juegos, paseos y buenas experiencias). Si el perro comienza a entender y comprender que todo lo que le gusta viene de ti, comenzará a vincularse más y mejor contigo.
  2. Utiliza el refuerzo positivo siempre (24/7) para darle a entender a tu perro cuáles son aquellas conductas que consideras bienvenidas en tu familia (premiarlo cuando esté tranquilo, premiarlo cuando haga sus necesidades en su baño, premiarlo cuando te obedezca instrucciones, premiarle cuando se relaje y se recueste a tu lado, etc.).
  3. Potencia todo aquello que a tu perro le encanta y transfórmate en la puerta de entrada para ello. Averigua qué le gusta a tu perro y sé tú quién le provea de todo aquello, para que el perro entienda que su juguete o premio favoritos vienen siempre de ti.
  4. Permíteles que expresen libremente las conductas que son propias de la especie (revolcarse, olfatearse el trasero con otros perros, explorar, olfatear el piso, correr, jugar, etc.).
  5. Nunca utilices técnicas y/o herramientas de castigo para “educar” a tu perro. El refuerzo positivo debe ser siempre tu mejor aliado a la hora de enseñar a tu perro.
  6. Nunca le expongas a modelos sociales caninos que le sean incómodos o amenazantes (perros bruscos, reactivos o agresivos).
  7. Nunca le expongas a modelos sociales humanos que le sean incómodos o amenazantes (humanos muy atosigantes, invasivos y/o alterados).
  8. Nunca le relegues a vivir en el patio, en la terraza o en la cocina. El perro es un animal social, y será feliz si le permites ser parte de tu casa a libre disposición (por supuesto, con reglas y límites comunes para todo el grupo).

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Nuestra filosofía

“El bienestar del perro está por sobre los objetivos de cualquier programa de adiestramiento”.